La Guardia Civil en la ‘Operación Versos’, ha recuperado numerosos bienes de yacimientos arqueológicos terrestres y subacuáticos, y ha intervenido material para el buceo, navegación, prospección y localización de restos arqueológicos en el lecho marino, en Cádiz.
Hay 3 detenidos y otros 2 investigados, como presuntos autores de delitos sobre el Patrimonio Histórico, blanqueo de capitales, y apropiación indebida y receptación. Se han realizado 10 registros entre domicilios, garajes y embarcaciones, además de 2 yacimientos arqueológicos.
Venta ilegal
La investigación comienza cuando los agentes detectan una venta de objetos arqueológicos supuestamente expoliados, en la que se sospecha están implicados buceadores de la provincia de Cádiz. Rápidamente constatan las vinculaciones de los buceadores, con empresarios relacionados con yacimientos arqueológicos de la provincia.
Estela funeraria
Los empresarios habían hallado una estela funeraria de origen visigodo en el yacimiento arqueológico que gestionan, y no habían informado a los responsables del patrimonio en la Junta de Andalucía, además de haber sido encontrada durante una fase, en la que la explotación no contaba con los permisos, para llevar a cabo esas obras.
Naufragio inglés
Entre los objetos intervenidos destacan, además de la estela funeraria visigoda, cuya importancia radica en los escasos restos de origen visigodo que hay en la zona, una campana de bronce, posiblemente procedente de un naufragio inglés, con la inscripción WB 1680, un astrolabio de bronce, y dos cañones pedreros de bronce, que ya habían sido extraídos por los detenidos, junto con numerosas ánforas, monedas y otros objetos pendientes de catalogación y valoración por el Centro de Arqueología Subacuática y por el Museo de Cádiz, lugar donde ha sido depositado todo lo intervenido y donde se le realizará el tratamiento necesario para su óptima conservación.
En el pozo
Hay dos elementos decorativos realizados en bronce, que parecen representar una serpiente o animal mitológico, que para recuperarlos fue necesario acceder a un pozo de más de 6 metros de profundidad, donde se encontraban ambas piezas sumergidas, bajo más de un metro y medio de lodo.
Material técnico
Además de botellas, flotadores, ‘torpedos’ y otros elementos para buceo, entre el material intervenido hay un ROV (Vehículo de Observación Remota), para inspeccionar el fondo marino desde una embarcación en superficie, así como un magnetómetro, para detectar la presencia de restos de metal en el mar.
12 coordenadas
Del análisis de los medios técnicos para la navegación, se han obtenido más de 12 coordenadas geográficas en la costa gaditana, donde se encuentran más restos arqueológicos, que una vez examinados aportarán información para conocer su historia, al tratarse de una zona históricamente muy activa en el hundimiento de barcos, por tormentas o por enfrentamientos navales.
2 cañones
Estas coordenadas son inspeccionadas por la Guardia Civil y el Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). Hasta el momento, además de lo intervenido, se han localizado 2 cañones de bronce, que están pendientes de catalogación y valoración, y conservación.
La importancia de la operación radica, además de en la recuperación de lo intervenido, en la abundante información que se obtenga de los restos arqueológicos que se están encontrando en las coordenadas analizadas, y permitir su protección y conservación.
Protección del patrimonio
Hay que destacar la protección integral del patrimonio histórico que realiza la Guardia Civil, mediante su capacidad para operar en diferentes medios con la coordinación de varias de sus especialidades como son Policía Judicial, Unidades Territoriales, Servicio Marítimo y GEAS entre otras.
Carta Arqueológica
De hecho, el equipo del Centro de Arqueología Subacuática participa en la inspección de los puntos señalados, para certificar la existencia de restos arqueológicos y, en ese caso, inscribir los posibles yacimientos en el catálogo y añadirlos a la Carta Arqueológica. Una vez comprobada su existencia, se estudiarán las medidas para que no corran peligro los hallazgos y evitar nuevos expolios.
Esta operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, con la colaboración del Centro de Arqueología Subacuática y el apoyo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), el Servicio Marítimo y Unidades Territoriales de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz.