Una joven de 18 años, mientras celebraba el carnaval de la ciudad del suroeste de Alemania llamada Eppingen, fue arrojada a un caldero con agua hirviendo. Este suceso ocurría durante la cabalgata de las brujas del sábado por la noche, provocándole graves quemaduras en sus piernas.
Los testigos del suceso vieron cómo varios hombres agarraban a la joven, situándola en volandas frente al caldero sobre el fuego. Sin embargo, no se sabe por qué acabaron las piernas dentro del agua caliente. La policía local de Heilbronnern publicaba los rostros de seis personas, los presuntos implicados en el suceso. Uno de los policías declaraba lo siguiente: “Todo fue a causa de un accidente”. Por lo caso, solo se acusaría a la gente que no la prestó ayuda de una lesión negligente y una falta de asistencia.
Ante las críticas recibidas por tener un caldero hirviendo, el ayuntamiento de la localidad se defendía alegando que las carrozas fueron revisadas antes de que salieran a hacer el recorrido, cumpliendo los requisitos pertinentes.