James y Herny son dos amigos que se conocían de toda la vida. Su vida estudiantil fue parecida, pues pertenecían al mismo grupo de amigos, iban juntos a clase… Y ambos decidieron no empezar una carrera universitaria, por lo que buscaron un puesto en el mundo de la construcción como obreros en Bristol, su ciudad, y lo consiguieron. Sin embargo, los diez euros que cobraban por hora no les parecía suficiente, y empezaron a pensar en algo que les diera más dinero. Desde siempre habían querido trabajar por su cuenta, por lo que crearon una web en la que invirtieron mucho tiempo.
Resultó que un día fueron a comer a un restaurante. En las vueltas, James vio que una de las monedas del cambio era diferente: esos 50 peniques tenían una forma peculiar. No le dio importancia hasta que a los pocos días, en eBay, vio que aquella moneda que le había llamado la atención días atrás valía ocho veces más si la vendía por Internet.
Poco a poco, fundaron una empresa, llamada The Coin Supplier. Al principio, se centraron en buscar monedas diferentes. Sin embargo, a los pocos meses se centraron exclusivamente a la venta de las mismas. “Desde que comenzamos, aprendí qué monedas son buenas y lo hice mucho más rápido”, confesaba James en una entrevista.
Actualmente, los beneficios oscilan entre los 60 y los 80 euros anuales.