Los agentes han arrestado a dos personas, de 25 y 30 años, de nacionalidad albanesa, especializados en robos con fuerza en viviendas de urbanizaciones de lujo. Se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal y robo con fuerza en domicilios habitados.
Hasta la fecha se han esclarecido un total de 12 delitos. Los detenidos se habían desplazado a España, desde Albania, para perpetrar los robos en tres meses (periodo legal de estancia), con la intención de regresar a su país, sin dejar rastro.
La investigación, se inició tras recibir varias denuncias de robos en viviendas, todas en urbanizaciones de un nivel adquisitivo alto, en torno al eje de la autovía A-6 (Torrelodones, Las Rozas y Majadahonda).
Los agentes centraron la investigación en dos hombres de mediana edad, convirtiéndolos en principales sospechosos. Posteriormente, con autorización judicial, procedieron al registro del domicilio donde residían, en Ajalvir (Madrid), donde se intervinieron numerosos efectos procedentes de los robos: artículos de joyería: collares, pulseras, anillos, pendientes; 15 euros en moneda fraccionada, decenas de relojes, efectos electrónicos y de telefonía móvil, billetes de moneda extranjera de diferentes países, efectos para la perpetración de los hechos delictivos (guantes, destornilladores…), y documentación personal
Tras este registro se procedió a la detención de los dos integrantes del grupo, que estaban planificando el regreso a su país de origen, y fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.
Con nocturnidad
Los componentes se desplazaban hasta diferentes urbanizaciones, siempre en horario de tarde (entre las 19:00 y 22:00 h), para estudiar la zona y ver qué viviendas eran más idóneas para los asaltos.
Tras seleccionar el domicilio y aparcar el vehículo en las inmediaciones, saltaban la valla perimetral y se dirigían hacia la construcción principal, a la que entraban escalando la pared hasta forzar alguna ventana. Este método lo utilizaban para sortear los sistemas de alarmas de las casas que no estaban habitadas.
En las viviendas que había moradores en su interior, accedían siempre en horario nocturno para no ser sorprendidos. Una vez en el interior de los domicilios cogían todos los efectos de valor, principalmente piezas de joyería, pequeños electrodomésticos, así como dinero en efectivo y documentación personal, y huían.