La investigación, desarrollada durante más de 1 año por agentes de la Policía Nacional, ha permitido dar con una estructura compleja, integrada por más de 50 empresarios chinos, residentes en España, que han entregado a esta trama criminal dinero en efectivo no declarado a Hacienda para su traslado a China.
En esta operación se han apresado a 104 chinos, se han hecho 19 registros domiciliarios en Sevilla, Barcelona, Palma de Mallorca, Alicante, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria, Tenerife, A Coruña, Guipúzcoa, Vizcaya, Burgos y Torremolinos (Málaga); y otros 15 en empresas y naves industriales, en su mayoría, en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada (Madrid).
Los investigadores intervinieron más de 2.500 de euros, 12 vehículos, innumerables artículos de lujo de primeras marcas comerciales, dispositivos electrónicos de almacenamiento de información, documentación relevante y multitud de efectos falsificados relacionados con la electrónica y la telefonía.
Así se llevan el dinero
Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2016, tras conocer que algunos empresarios chinos asentados en España no pagaban los impuestos a Hacienda, porque envían sus beneficios, obtenidos en nuestro, a través de intermediarios llamados daigou o shoppers, que son estudiantes chinos, que residen fuera de su país, y que se dedican a la venta online de productos de lujo, que compran de forma masiva en comercios exclusivos, y se llevan una comisión por su intermediación.
Estudiantes chinos
La forma de actuar de estos estudiantes para blanquear el dinero es la siguiente: los empresarios chinos les entregan el dinero en efectivo no tributado. La entrega se hace a través de otros empresarios asiáticos, afincados en nuestro país, que disponen de capital en China, quienes obtienen a cambio una comisión.
Con el dinero entregado por los empresarios, los estudiantes chinos compran los artículos de lujo que venden en su país. En los comercios sacan fotografías que suben a sus web de China y los venden a particulares. Los compradores, que viven en ese país, pagan el producto en yuanes por plataformas online.
Todo beneficio, y suma y sigue
Los productos son entregados a sus destinatarios a través de empresas de paquetería o personalmente mediante turistas o familiares de los compradores que regresan a su país.
Mediante este tipo de transacción los daigou obtienen beneficios económicos de diferentes formas: vendiendo el artículo a un precio superior al adquirido en España, reclamando la devolución del IVA de los productos adquiridos; o mediante el cambio de moneda, al fijar un tipo de cambio yuan/euro superior al que cotiza en el mercado.
Dos cuentas en China
El intermediario ingresa el dinero en una cuenta corriente en China, a nombre del empresario que vive en España. La transferencia se realiza entre 2 cuentas corrientes de China, que no requiere el traslado físico del dinero y que se llama hawala, y no quedan registradas oficialmente, por lo que vulneran los cauces legales y que causan un grave perjuicio a las arcas del Estado.
Compleja estructura delictiva
Además se descubren varios entramados delictivos paralelos que, a cambio de una comisión, de en torno al 4%, recibían el dinero en efectivo de estos empresarios y lo colocaban en China, a través de los estudiantes, por transferencias bancarias electrónicas entre empresas, en manos de testaferros de la trama o lo transportaban con personas de confianza.
700 euros escondidos
Uno de estos entramados delictivos está compuesto por un complejo empresarial, dirigido por 5 socios chinos dedicado a la fabricación, reparación y distribución de dispositivos electrónicos de telecomunicación, constituido por varias sociedades que figuran a nombre de terceras personas.
En el registro del domicilio de uno de los socios se hallaron en torno a 700 euros escondidos en el doble fondo de una cajonera. Otra de las ramas de la mafia está la forman 2 núcleos familiares cercanos, con empresas en el polígono industrial de Cobo Calleja de Madrid, que recaudaban dinero de empresarios del polígono y de otras provincias españolas