Desde agosto, los agentes del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arévalo (Ávila), investigaban los contratos laborales de una empresa, a rumanos, tras cursar denuncia 3 víctimas, a las que la Agencia Tributaria les reclama el pago de 102.280 €, sin que os denunciantes tuvieran conocimiento de las ganancias que se les atribuían por compra venta de inmuebles.
Los agentes dieron con un individuo que se dedica a la captar rumanos, a los que prometía trabajo estable en su empresa, ubicada en Ávila, a la vez que les ofrecía documentación española. Una vez en España, los contratos eran precarios y, tras trabajar una temporada en pésimas condiciones, los rumanos abandonaban España, pero el ‘empresario’ hacía uso de las documentaciones de los ex trabajadores.
Negreros del siglo XXI
Las gestiones se realizaban a través de Internet. Los contratos eran de media jornada, de entre 4 a 5 horas, que se convertían en 12 y 14 horas. En los viajes se les buscaba alojamientos en donde se hacinaban hasta 8 personas. Viajes que, en muchas ocasiones, era de punta a punta de España, en los que dormían en el vehículo, con otros trabajadores de obras contratadas.
El sospechoso hacía uso de los documentos de los contratados y de otros no contratados, a través del asesor de la empresa, también detenido, para realizar operaciones fiscales, a cargo de los trabajadores; es decir utilizaba las identidades de los trabajadores para hacer operaciones con la Agencia Tributaria.
Timar en España e invertir en Rumanía
El principal investigado, junto al asesor fiscal y su compañera sentimental, compraban propiedades en Rumania. Se ha detenido a los tres y no se descartan nuevas actuaciones, por las investigaciones que llevan a cabo la Agencia Tributaria, Seguridad Social y la Administración regional de Ávila, así como de las Autoridades Rumanas.
Las investigaciones y actuaciones han sido llevadas a cabo por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arévalo.