La céntrica plaza de la Virgen sirvió de escenario el pasado fin de semana para otra acción de calle del grupo de València Animal Save. En esta ocasión los activistas ofrecían un pastel vegano a cambio de visionar un vídeo. Unas imágenes en las que se refleja la crudeza del sufrimiento que padecen los animales que utilizamos para nuestro consumo.
Estas actividades permiten “ver las terribles prácticas que la industria de explotación animal utiliza y en la situación que los animales viven y cómo son tratados” señalan desde la organización vegana. En definitiva, “una demostración de la realidad que los animales viven cada día en la industria, mientras se muestra lo fácil que es hacer un cambio hacia unos hábitos más éticos”.
La importancia del diálogo para abrir los ojos
Estamos acostumbrados desde que nacemos a servirnos de los demás animales. Nos vestimos, comemos, viajamos, hacemos deporte y gozamos de nuestro ocio utilizando a los animales sin pensar. Es así. Así lo han hecho nuestros padres, lo hemos aprendido y todos los días encontramos refuerzo desde nuestro entorno para continuar del mismo modo.
Pero es posible que una tarde, mientras caminamos por el centro de una ciudad, encontremos a unos jóvenes vestidos de negro con pantallas de televisión que llamen nuestra atención. Hasta puede ser que nos ofrezcan un pastel vegano. ¿Vegano? Hecho en su totalidad con ingredientes procedentes de plantas. Nada de origen animal. Ni manteca, ni leche, ni huevos. ¿Cómo? ¿Es posible? ¿Y estará sabroso?
Lo único que separa el delicioso pastel de nuestro paladar es un vídeo de unos minutos. Dicen que veremos el sufrimiento de los animales, pero eso ya lo sabemos. Claro, es obvio. Todos sabemos que los animales sufren, pero siempre ha sido así. No podemos hacer nada, la vida es así ( y hasta si eres un poco boomer puede que continúes la frase con aquello de “no la he inventado yo”).
Los ojos van de un lado a otro de la pantalla, como queriendo huir de esos otros ojos que bañados en dolor acusan, quizá en su último aliento. Pasa pronto, es un tiempo corto. Unos minutos en la vida del espectador, toda una vida para el protagonista. Algunos guardarán esta visión en el lado más recóndito de su mente endulzado con el cupcake. Para otros será el principio de un proceso de concienciación hacia una vida más compasiva con los animales.
Promover un cambio de vida
Con esta y otras acciones desde la organización València Animal Save se promueve un cambio de vida en el que dejar la utilización de animales y evitar así “el gran sufrimiento que les provocamos”. Para ello, llaman la atención de los viandantes y se establece un diálogo con la persona que se interesa explicando lo “que hay detrás de la industria de explotación animal y cómo dar los primeros pasos para vivir de forma sencilla una vida compasiva con los animales y cuidar la salud propia y la del planeta” según explican en su web.
Las personas se muestran muy impactadas tras ver los vídeos, señalan desde la organización vegana. Aunque se tenga la conciencia de que algo así pueda suceder, hasta que no se ve con toda su crudeza no es posible hacerse una idea certera del sufrimiento animal.
La organización animalista defiende y promociona los derechos de los animales considerados de granja. Se declaran antiespecistas y horizontales en su estructura y manifiestan que “otro modelo de convivencia con los animales es posible”.
Documentales como Dominion, Containers o Cowspiracy han puesto de manifiesto desde hace años la parte más cruel y oscura de la utilización de los animales para el consumo de los humanos.
Otras acciones
El próximo sábado, día 5 a las 17:30 horas, los activistas de València Animal Save volverán a reunirse en una nueva acción por los derechos de los animales. En esta ocasión la cita será en la calle del Micalet, junto a la plaza de la Virgen.
