El TSJ (Tribunal Superior de Justicia) de Castilla y León ha considerado que las amonestaciones en el ámbito laboral, o sea, las broncas por parte de los jefes o responsables, pueden llegar a provocar un estrés de tal intensidad que acaba provocando que el trabajador tenga que pedir una baja por accidente laboral.
El mencionado tribunal ha emitido una sentencia que le da completamente la razón a una mujer trabajadora que acabó sufriendo una depresión durante un período de un año tras recibir una carta de “apercibimiento” por parte del departamento de recursos humanos de la empresa en la que trabaja.
Según explica la sentencia, la baja de la joven, que duró más o menos un año, fue por un accidente laboral y no por enfermedad profesional, un matiz que es fundamental, pues es muy diferente el cálculo de la prestación que la trabajadora ha percibido.