La denuncia por la desaparición se presentó el 8 de septiembre por parte de la empresa naviera. Según explicaban, se trataba de un pasajero de un crucero que el día anterior había atracado en Getxo. El hombre, al parecer, tenía previsto realizar una excursión por la capital vizcaína, teniendo que regresar al barco esa misma jornada, ya que al día siguiente partía hacia A Coruña.
A partir de ese momento, se iniciaron las investigaciones policiales para su localización, entre ellas, gestiones en centros sanitarios, hoteles y medios de transporte, sin conseguir localizarle.
El 14 de septiembre, la Guardia Municipal de Donostia, informaba a la Ertzaintza de la presencia en sus dependencias de una persona muy desorientada. Al lugar se desplazaban agentes de la Sección Central de Investigación Criminal, y Policía Judicial, que una vez confirmaron que se trataba del desaparecido, organizaron su traslado al Hospital de Cruces, para realizarle una revisión médica, así como los posteriores trámites para su repatriación a cargo de la empresa responsable del crucero.
El hombre explicó que en el último momento había optado por una excursión a la capital guipuzcoana, perdiendo luego el autobús de retorno a Getxo. Dificultado por el desconocimiento del idioma, había intentado sin éxito contactar con la Compañía encargada del viaje, deambulando los siguientes días y noches por las calles de Donostia, hasta que finalmente se dirigió a la Guardia Municipal.
El hombre, que ya ha regresado a su casa, quiso transmitir antes su agradecimiento a los agentes que le habían encontrado, a los que definió como sus “ángeles de la guarda”.