Sábado, 16; madre: Sandra Capitán Capitán, e hija: Lucía Begines Capitán, están en su domicilio de la avenida de Bellavista, de Sevilla. En la cocina, Sandra prepara, en la freidora, patatas; en una sartén, hamburguesa. Todo ha quedado según lo dejan.
Desde ese día no hay señal en el teléfono móvil de Sandra, embarazada de tres meses; nada se sabe ni de ella, ni de su hija que lleva un brazo escayolado, ni de la pareja sentimental de Sandra; un hombre identificado como Mehmet, apodado El Turco, por su nacionalidad, de 55 años, con el que convive hace cerca de tres.
Sin fuerza, sin lucha
La puerta de entrada de la vivienda no está forzada, por lo que Sandra y su hija salen de la casa sin forcejeos, ni señales de lucha, ni petición de auxilio a sus vecinos. Lo único que se echa de menos es el bolso de la joven, su móvil, las llaves y los objetos habituales que se portan.
De ahí que, una hipótesis en la que se trabaja, es que alguien va a su casa e invita a la mujer y a la niña a acompañarle (s), posiblemente alertando de algún incidente con El Turco y, básicamente, bajo engaño. Ella coge a la niña y su bolso, apaga los fuegos y sigue a esta o estas personas. Hasta el momento en que se las llevaron había normalidad en ese hogar y… ¿luego?
Los coches
Detalle importante, entre los que han trascendido es que, los coches de Sandra y El Turco siguen en el mismo lugar donde los habían aparcado; luego, cabe sospechar que, donde estén, alguien los ha llevado; y donde estén cabe especular que primero le llevaron a él y luego fueron a por Sandra y Lucía, al hilo de esta hipótesis, para presionarle por algo.
Madre y abuela
Josefa Raquel Capitán, madre de Sandra y abuela de Lucía, clama pidiendo que quienes las retiene las libere, que quienes llevan la investigación den con algo, que no se deje de buscar a las tres personas, especialmente a la niña, que tenía revisión de su fractura hace días y a la que no ha acudido.
Josefa dice que su hija no va a ninguna parte, sin decirlo a la familia.
Pero, 11 días sin dar señales de vida, son muchos días para todos, máxime cuando hay una menor; además, no son frecuentes los secuestros múltiples y menos con niños que, evidentemente necesitan atenciones continuadas y, hasta ahora, no hay contacto con nadie, ni se ha pedido rescate que, en todo caso, le sería solicitado a El Turco.
Cuentas pendientes
El abogado amigo de El Turco, César Gómez, asegura públicamente que, a pesar de tener antecedentes y condena por tráfico de drogas, no debe nada a nadie. También dice que está casado en su país y tiene 3 hijas, a la vez que mantiene que contrajo matrimonio con Sandra, en España.
3 millones de rescate
Le atribuye buenas relaciones sociales y una economía desahogada, para hacer frente a los gastos de ambas familias, aunque se desconoce de dónde vienen los ingresos, más allá de sus ahorros, quizás derivados de sus años de narco u otros negocios. El abogado Gómez ha asegurado en el programa de Ana Rosa (Tele 5), que la familia turca de Mehmet ha ofrecido 3 millones de euros por su rescate.
¿Oferta de negociación?
Una cifra más que alta que pone en cuestión por qué, si son personas acaudaladas, viven en un barrio humilde de Sevilla, siempre bajo la sombra de las guerras entre clanes de narcos. Paralelamente, Gómez deja caer que espera noticias sobre la posibilidad de ser él quien negocie ese pago económico.
Dice Gómez que la última vez que recibió una llamada, desde el teléfono de El Turco, fue el sábado, 16, mientras que él le da por desaparecido el día anterior. Asegura que la llamada se hizo desde Turquía, con el móvil del desaparecido.
Descartado el robo
De sus declaraciones no se desprende más que Mehmet, ya no durmió la noche del viernes, 15, con Sandra y Lucía. Lo demás, muchas palabras y pocos argumentos claros. Bajo el secreto de sumario y con la filtración de que los agentes españoles tienen localizado a El Turco, no queda otra que esperar.
El propio devenir de los hechos descarta el robo en la vivienda, como línea de investigación, aunque un robo podría estar detrás de estas tres extrañas desapariciones. Lo cierto es que el tiempo pasa y juega en contra de Sandra y Lucía quienes, en palabras del letrado Gómez, están retenidas.
