En el lugar de los hechos, yacía el cuerpo sin vida de un hombre, de 36 años, empapado en sangre, a causa de los golpes y puñaladas recibidas que, según la autopsia, le habían provocado la muerte, momentos antes de personarse los policías de Seguridad Ciudadana, en la vivienda de la calle León, del barrio de Las Letras, situado en el distrito Centro de Madrid. Los agentes hallaron en el inmueble a otro hombre, de unos 60 años, que dijo ser la pareja sentimental de la víctima, cuya muerte se debía a las autolesiones que se había hecho el fallecido, tras mantener entre ambos una fuerte discusión. Esta versión de los hechos resultó más que sospechosa a los investigadores que, el 14 de marzo, abrieron diligencias y arrestaron al supuesto testigo del suceso, al que trasladaron a la comisaría y, posteriormente, ante el juez.
La escena del crimen presentaba signos evidentes de desorden, y las incongruencias del sexagenario condujeron a los inspectores a recaban más información entre vecinos y conocidos, hasta elaborar la hipótesis de que en el momento y en el lugar de autos había una tercera persona, posiblemente también implicada en la disputa. Las pesquisas han llevado a los policías hasta el barrio de San Blas, donde parece que este tercer sospechoso se ha refugiado después del homicidio. En la habitación que ha ocupado, se ha requisado un arma blanca, pendiente de analizar, por si estuviera vinculada con los hechos.