En la zona del prado de la Renclusa (Benasque, Huesca), y durante la madrugada del domingo, se ha producido una avalancha de agua y piedras, por la fuerte tormenta que ha caído durante horas.
En el lugar se habían instalado más de una docena de tiendas de campaña que han sido arrastradas en alguno de los casos con personas en su interior, pudiendo salir todos ellos por sus propios medios, sin sufrir daños personales graves, teniendo alguno de ellos contusiones y erosiones, arrastrando el agua todas sus pertenencias: ropa, calzado y en algunos casos documentación personal.
Acogidos en el refugio
En el refugio que se encuentra cerca del lugar del suceso, se ha dado cobijo a unas 30 personas, alguna de ellas sin ropa ni calzado seco, suministrándoles bebidas calientes, mantas, comida y diferente ropa de abrigo, y ayudando en la búsqueda y recuperación de los enseres personales.
En cuanto se ha recibido el aviso en la Guardia, Civil personal del Puesto de Seguridad Ciudadana y del Grupo de Montaña, ambos de Benasque, han subido a pie hasta el lugar en medio de una fuerte tormenta de granizo, teniendo que cruzar dos barrancos con agua hasta la rodilla. Durante la ascensión han podido observar un fuerte caudal de agua que había arrastrado los objetos personales casi hasta la Besurta.
Todos sanos y salvos
Una vez en el lugar, Guardia Civil junto con guardas del refugio han buscado en toda la zona, por si hubiera alguna persona atrapada o que hubiera sufrido lesiones, no localizando a nadie.
Con las primeras horas de luz, más efectivos de Seguridad Ciudadana y del Greim de Benasque han subido a reconocer todo el terreno y el cauce del río, localizando objetos personales que han subido hasta el refugio.
Hacia Benasque
También se ha incorporado a las labores de evacuación el helicóptero de la Guardia Civil con base en Benasque, el cual ha realizado tres viajes, para evacuar a 16 personas entre adultos y menores de edad, el uso del helicóptero se ha visto dificultado por los bancos de niebla que cubrían la zona.
Los agentes han organizado grupos para bajar hasta la Besurta y, desde allí, les han trasladado hasta Benasque, bajando a pie unas 90 personas, muchas de ellas alojadas en el refugio y que no habían sufrido ninguna incidencia, siendo el terreno de descenso y el caudal de los barrancos que tenían que cruzar peligroso.