El suceso ocurrió en la mañana del 25, en la Aduana de Beni-Enzar, cuando la Guardia Civil da el alto a un Mercedes 240 destartalado que quería entrar en Melilla, desde Marruecos.
Cuando los agentes fueron a identificar y reconocer el coche, el conductor dio un acelerón y se escapó. Todos los operativos iniciaron la persecución por Melilla, hasta llegar a la Avenida Europa, una zona muy concurrida, donde el individuo abandona el coche y huye a pie entre las gentes.
La Guardia Civil llevó el coche a sus dependencias, donde encontraron, en un doble fondo del depósito de gasolina, 40 kilos de hachís.