Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, en una operación conjunta, han arrestado a los 9 integrantes de un grupo que blanqueaba dinero del narcotráfico, a través de empresas de vacaciones y restaurantes. Se han intervenido de algo más de 2 de euros en bienes inmuebles y se ha procedido al bloqueo de cuentas y vehículos, además de la aprehensión de casi 100 kilos de drogas.
Un imperio inmobiliario
Las investigaciones se iniciaron al detectar que un narcotraficante, tras salir la prisión en la que cumplía una condena por tráfico de cocaína, había levantado de la nada un imperio inmobiliario, turístico y hostelero, poniendo al frente, en un principio, a su madre.
Los agentes siguieron dos líneas paralelas de investigación, por un lado se centraron en la constitución de empresas, para blanquear los beneficios del narcotráfico, y por otro en el tráfico de droga y su transporte a distintos puntos de España, en vehículos con doble fondo.
Los agentes averiguaron que la madre del sospechoso había construido un complejo turístico, en unos terrenos rústicos valorados en más de 250 euro, a pesar de que sus únicos ingresos consistían en una pensión no contributiva.
Durante el tiempo que su hijo cumplió condena, la construcción del complejo permaneció “dormida”, retomándose de nuevo a pleno rendimiento, cuando obtuvo el tercer grado penitenciario. En ese momento crea una empresa para asumir la propiedad del complejo, sin realizar transacción económica alguna. El verdadero dueño del complejo era el hijo y la madre actuaba de testaferro.
Blanquear con ‘pitufeo’
Se desveló que en función del desarrollo empresarial, el sospechoso ingresaba dinero en sus cuentas o las de la empresa a través del ‘pitufeo’, un sistema de blanqueo en el que se hacen pequeños ingresos en efectivo. Para no ser descubierto utilizaba los datos de clientes de los alojamientos que regentaba y que habían pagado con tarjeta. Para este método de blanqueo contaba con la connivencia de una empleada de banca, también detenida, a la que le facilitaba las cantidades a blanquear y un listado con los datos de los supuestos pagadores.
Tal era la cantidad de dinero que inyectaba en su empresa, que le permitía ser mucho más competitivo que otras empresas similares, en precio y en equipamiento de sus instalaciones, hasta hacerse con la explotación de un conocido complejo de apartamentos de la localidad de Chiclana.
26 inmuebles
Del mismo modo, creó más empresas para camuflar los beneficios ilícitos obtenidos del narcotráfico. Una de estas empresas es un famoso restaurante del Poblado de Sancti Petri, en el que invirtió más de 500 de euros en obras de acondicionamiento.
Como consecuencia de todo esto se realizaron 11 registros en lugares vinculados al cabecilla y su entorno, bloqueándose 26 bienes inmuebles e interviniéndose 45 €, así como 210 € más en diversas cuentas de la organización. Los agentes también se incautaron de 450 plantas de marihuana, 50 kilos de hachís ocultos en un doble fondo de una furgoneta, 25 teléfonos móviles encriptados, 8 ordenadores, 4 discos duros, y abundante documentación y 6 vehículos de alta gama.