La Guardia Civil ha detenido a A.J.G.C., de 26 años, vecino de San Fernando (Cádiz), como presunto autor de los delitos de abusos sexuales a menores, corrupción de menores y tenencia de pornografía infantil.
La investigación parte de la denuncia presentada por el padre de un menor, en dependencias de la Guardia Civil de El Ejido (Almería), en la que informó a los agentes de las conversaciones, de claro contenido sexual, que mantenía su hijo con un adulto.
En esas conversaciones, través de una aplicación de mensajería, esta persona le pedía al niño imágenes de sus partes íntimas, y le preguntaba sobre su sexualidad o la de sus amigos.
2 niños
Los agentes identificaron a A.J.G.C., como la persona con la que el menor mantenía las conversaciones, y cuyo nexo entre ambos está en un campamento de verano que tuvo lugar el año pasado, en la provincia de Málaga, al que el niño acudió y donde el apresado trabajaba de monitor.
Además de monitor había desempeñado funciones de auxiliar de enfermería en diversos campamentos juveniles, desde 2013, por lo que se cree que la situación denunciada por la víctima podría haberse repetido en diferentes ocasiones, ya que A.J.G.C. había tenido contacto directo con cerca de 2 niños.
100 posibles relaciones
Tras una laboriosa investigación, debido al elevado número de menores que asistieron a los campamentos de verano entre esos años, y una vez finalizado el análisis de la documentación, los agentes consiguieron reducir a 100, el número de menores que podrían haber tenido relación telefónica con esta persona, ya que dependían directamente de él.
En el registro de la vivienda, en San Fernando (Cádiz), se han intervenido tres ordenadores y un disco duro portátil, con 5 archivos digitales de contenido sexual, entre imágenes y vídeos, de los que cerca de 1 son de contenido pornográfico realizado con menores.
Una vez analizada toda la información, los agentes confirmaron que el detenido había mantenido conversaciones con un total de 16 menores, obteniendo imágenes de 13 de ellos.
Dormitorio
El ahora detenido trabajó desde 2013 a 2015 como auxiliar de enfermería en campamentos de verano y en 2016 de responsable de dormitorio, lo que le daba una posición garante con respecto a los menores, posición que aprovechaba para entablar amistad con los menores e ir ganándose poco a poco su confianza.
El detenido pedía a los menores los números de teléfonos o cuentas en redes sociales, con el fin de mantener el contacto, tras acabar el campamento. En un principio mantenía conversaciones con los menores, aparentemente normales, y poco a poco las encaminaba al ámbito sexual.
Posteriormente, y para evitar ser descubierto, pedía a los menores que no comentaran con nadie lo que entre ellos hablaban, así como que una vez que terminasen de hablar borraran el chat.