Desenredar esta maraña de despropósitos le ha llevado a los agentes de homicidios a una profusa investigación en Mahón (Menorca), desde que un día caluroso de agosto (2019), una mujer llama al 091, y denuncia que hay un sujeto que la acosa, y que se encuentra en las inmediaciones de su trabajo. Los policías nacionales acuden al lugar y detienen a un hombre, al que conducen a las dependencias policiales. Así comienzan las pesquisas que, casi de inmediato, les llevan a saber que la denunciante y el arrestado, mantienen una relación sentimental. La causa de la denuncia, dicen, es que el apresado quiere que ella le diga a su marido que ambos son pareja, bajo la amenaza de difundir unos vídeos íntimos de ella; el deseo es mantener un idilio libre de cargas.
La lata
Ahondando en el caso, que ya sonaba raro, en las diligencias relatan cómo la mujer explica a los agentes que, “hay una lata de cerveza sin abrir, que había sido manipulada por su amante, y que contenía sustancias para envenenar a su marido. La lata habría sido colocada en una nevera del puesto de trabajo de la víctima, para deshacerse de él y poder iniciar una nueva vida”. Los análisis de especialistas confirman la que el recipiente cerrado contenía una mezcla de fármacos diluidos que, si bien no se confirmó que fueran letales, si le hizo sospechar que podía ser un método para dormir o menguar le la consciencia y que quedara indefenso para, supuestamente, acabar con su vida.
Plan asesino
Los agentes comprobaron que durante los meses anteriores, los amantes habían estudiado varias formas de eliminar al cónyuge, que habían desechado, pero tenían otros planes para asegurarse su objetivo, y que la muerte del marido pareciese un accidente. Los policías averiguan que el principal sospechoso había tratado sin éxito de adquirir munición y un arma, que finalmente quedó en la compra de una pistola de electroshock (un táser), que no llegó a utilizar; trató de comprar sustancias tóxicas, incluso fármacos para eutanasia de uso veterinario y trató de contactar con dos supuestos sicarios en el extranjero; con uno de ellos mantuvo conversaciones que no fructificaron.
El sicario
Como ninguna de esas maneras de asesinar al marido les funcionó, la pareja ofrece dinero a un tercer individuo, residente en Mahón que, presuntamente, acepta el encargo, con un adelanto de 2 euros y el resto tras el crimen consumado; pero este trato, tampoco se consuma por la intervención policial. Los 3 detenidos, fueron llevados ante el magistrado, quien decretó su ingreso en prisión. En contra de todo pronóstico, ante la cantidad de acciones estudiadas para matar a la víctima, el hombre sigue vivo, a salvo de su mujer, el amante y el sicario, y con una historia que contar, tan macabra como insólita. ¿Por qué ella llama a la Policía, para denunciar que su amante la acosa?, ¿qué les llevó a tratar de deshacerse del marido?, ¿los celos?, ¿el dinero? El caso es el fracaso de un asesinato planeado y replaneado, por mor de una investigación certera.