Guardias civiles de Bizkaia, Gipuzkoa, Cantabria y Castellón, dirigidos por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Barakaldo, han apresado a 9 personas (8 de nacionalidad albanesa y uno de nacionalidad brasileña) y realizado 11 registros, acusados de tráfico de seres humanos hacia Reino Unido. Parece que se trata de 2 células de la mafia albanesa, una que operaba en Bilbao-Barakaldo-Sestao y otra en la costa mediterránea, que meten a migrantes desde Albania y desde los campamentos que hay cerca de Santurce, y les alojan hasta embarcar de polizones en los ferries que van a Reino Unido. Los puertos utilizados por la organización son los de Santander, Vigo, Ferrol, Ribadeo, Gijón, Avilés, Pasajes, y Valencia y Castellón.
Los 39 cadáveres
Cuando el 23 de octubre, el jefe de la National Crime Agency (NCA) británica informó del hallazgo de 39 cadáveres de chinos y vietnamitas, dentro del contenedor frigorífico que transportaba un camión, solo se desveló la punta de un iceberg llamado migración irregular en manos de las mafias, con especial relevancia y especialización de la albanesa; una red internacional que controla más del 70 % del mercado de la heroína en Suiza, Austria, Alemania y países escandinavos; que tiene a miles de prostitutas en régimen de semiesclavitud y que en España y Suecia, ha desplegado decenas de células de ladrones. En Inglaterra, Scotland Yard, persigue a los albaneses (de Albania o Kosovo) por chantaje, posesión de armas ilegales, trata de mujeres y favorecer la inmigración irregular, entre otros delitos.
Redada tras redada
En España, alertados ante la expansión de los mafiosos, se han desarrollado varias redadas contra su imperio trasnacional. En marzo de 2018, detuvieron a 6 sujetos: 4 en Bizkaia y 2 en Santander, bajo las mismas acusaciones que pesan sobre este último comando arrestado. En Reino Unido y Francia, las policías van de cabeza para frenar las entradas clandestinas y el narcotráfico, con un incremento notable de controles en los puertos de Calais (Francia) y Dover (Inglaterra). Los mafiosos proporcionan a los migrantes documentación falsa, traslados y alojamientos, hasta su destino final; unos servicios que cuestan hasta 30 euros, dependiendo del riesgo que conlleve y las necesidades del demandante.
(El vídeo pertenece a las detenciones de marzo, 2018)