Chivatos, usureros y mala gente que trafican con la pobreza sin escrúpulos, en los barrios más deprimidos, oprimidos y pobres. Así quedan retratados, en la información que facilita Guardia Civil de Almería, los 5 cabecillas de esta banda, a quienes el juez ha enviado a prisión: J.A.R.S.,33 años; A.J.R.L., 39; T.L.S., 50; M.V.M., 49; y E.C.A de 23 años. Los otros 14 encausados y 5 más investigados en estas diligencias, están en libertad con cargos. De lo que cuentan oficialmente, se deduce que los jefes de esta trama están libres como el viento; ellos, son los ‘amiguitos’ que delatan a los pobres, que no ven otra salida que colaborar con estos capos, siempre protegidos.
102, en las 200 viviendas
La trama llega años de ‘vida’. Primero, se hacen con los pisos de los que han desahuciado a familias que no han podido pagar, en los barrios más pobres; lo hacen en las subastas, donde adquieren los inmuebles por cuatro chavos, en maniobras harto conocidas para los subasteros. Con las escrituras sobre la mesa, tratan de alquilar los pisos, para rentabilizar su avaricia; pero, no siempre les sale bien, porque los inquilinos son esos ciudadanos que trabajan a destajo y sin contrato, y no siempre pueden hacer frente al recibo mensual. Entonces, intimidan, amenazan, apalean… con el mismo resultado de impagos. Tienen 404 inmuebles, distribuidos en zonas marginales en los municipios de Almería, Berja, Vícar y Roquetas de Mar, de los que 102 están en el barrio de las 200 viviendas de Roquetas de Mar. Tras su desastre financiero, “a cambio de comisiones, encargan la gestión de (al menos) 190 de estas viviendas, a 2 funcionarios del municipio de Vícar.
Chivatos
A través de sus 3 inmobiliarias, ofrecen las viviendas, para que los chavales se hagan productores de marihuana, y para ello les proporcionan los narcopisos listos para el negocio: vivienda, enganches ilegal a la red a la luz, plantitas, elementos de cultivo…, y seguridad, para que estén a salvo de incidencias (vuelcos y redadas); en la manga siembre tienen media docena de ‘ases’: “llegan, incluso, a dar chivatazos a la Guardia Civil, de la existencia de las plantaciones de marihuana, de quienes no pagan las comisiones acordadas”, explican en la información. En los 25 registros llevados a cabo en 20 viviendas, 3 inmobiliarias y gestorías y 2 en taquillas y armeros, han hallado 160 enganches ilegales a la luz, 2.482 plantas de marihuana cerca de 9 kilos de cogollos, 8 euros, 1 vehículo de alta gama, 1 pistola y 1 rifle.
El Samuel y el Lilo
Parece que detrás de esta movida está un tal Samuel, en el territorio de Berja y municipios colindantes, mientras que otro, el tal Lilo y su banda, están más dedicados a la exportación de marihuana a Murcia, Alicante y Granada; entre los dos controlaban el cultivo y la venta en el Poniente Almeriense.