Guardias civiles, en la operación Yuko, que se ha prolongado desde septiembre de 2018, han aclarado el asesinato de J.C.M, empresario ganadero, de 42 años, casado y con 2 hijos, natural de Aldeanueva de Ebro y residente en Calahorra (La Rioja), cuyo cuerpo sin vida apareció semisumergido en una balsa de riego de Alfaro, en la tarde del jueves, 13 de septiembre del año pasado, horas después de ser denunciada su desaparición por su esposa, al no regresar a su domicilio la noche anterior.
Coche, documentación y teléfono
Nada más recibir la denuncia, los agentes abrieron una investigación, en la que emplearon distintos medios de rastreo, incluido un helicóptero, para peinar la zona rural donde el desaparecido tenía distintas granjas. En una de ellas, destinada a la cría de pollos, hallaron su coche y, en su interior, la documentación y el teléfono móvil. Inmediatamente se activaron todas las alarmas hasta que el despliegue policial dio con el cadáver de J.C.M, que presentaba evidentes signos de violencia: estaba atado de pies y manos, con múltiples heridas y con un contrapeso anudado a la cintura, para que se hundiera. Posteriormente, la autopsia confirmó ha había muerto a causa de una brutal paliza.
Peligrosos delincuentes
Los agentes supieron que la víctima se relacionaba con un grupo de ciudadanos extranjeros, asentados en La Rioja, calificados de peligrosos delincuentes. Las evidencias señalaban a que el crimen fue planificado, organizado y ejecutado, por un trabajador y hombre de confianza del empresario, sujeto, de 41 años, con numerosos antecedentes penales. Esta persona, junto con otros dos miembros de su clan familiar, parece que fueron hasta la granja de pollos, en la localidad de Alfaro, ya que sabían que el fallecido estaría solo y con una importante cantidad de dinero.
A cuchilladas
Una vez en el lugar, sorprendieron a la víctima, a la que intimidaron, y ataron y amordazaron, antes de meterle a la fuerza en el maletero de su coche; reducido, lo llevaron hasta la balsa de riego cercan, donde acabaron con su vida utilizando un cuchillo. A continuación arrojaron el cuerpo al agua. Los ahora detenidos, colaboraron en la búsqueda que había iniciado la Guardia Civil, tras denunciar la familia la desaparición. Una vez que apareció el cuerpo, los tres implicados dejaron de tener contacto entre ellos; uno de ellos cambió de domicilio en dos ocasiones y evitaba que le vieran.
Los 7
De los 7 arrestados, 3 son los presuntos autores materiales del crimen, y los otros 4 son sospechosos de participar directa o indirecta en los hechos. Se trata de cuatro hombres y 3 mujeres, de entre 20 y 61 años, residentes en las localidades riojanas de Calahorra y Autol.
Los investigadores
La investigación ha sido desarrollada por agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de La Rioja, con la colaboración del Laboratorio de Criminalística de Madrid, la Unidad Central Operativa (U.C.O.), el Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO), el Equipo de Análisis de Comportamiento Delictivo (EACD) y el Grupo de Acción Rápida (G.A.R.).