Anoche los fuegos artificiales pusieron fin a ocho días de sevillanas, farolillos, pescaíto frito, jamón y rebujito. Broche de oro para despedir a la Feria de Abril más larga de sus 171 años de historia, ya que por primera vez ha encendido el alumbrado un sábado, permitiendo disfrutar a sevillanos y turistas de dos fines de semana de feria.
Este nuevo modelo de feria ha supuesto un mayor impacto económico y laboral, la afluencia de público y el buen tiempo han conseguido que este 2017 sea recordado positivamente para los negocios y el sector turístico, al menos en los primeros días.
A la espera de conocer el balance de cifras definitivo, el número de visitantes al Real superaba notablemente los tres millones el viernes, quedando por delante aún dos días más de feria. En cuanto, al servicio de autobuses, más de un millón de pasajeros de las líneas de Tussam han sido transportados a la feria, suponiendo un incremento del 6,5% respecto al año anterior. El metro ha sido también todo un éxito, dando servicio a casi el millón de viajeros. Y el sector hotelero está de enhorabuena, ya que han batido récord de ocupación durante el primer fin de semana y el puente festivo llegando al 95%.
Los números son positivos, aunque hay algunos sevillanos a los que tantos días de feria les parece excesivo para el cuerpo y la cartera. Habrá que esperar unos meses para saber si el próximo año se mantendrá la propuesta de dos fines de semana de feria (aprobada en referéndum), o se volverá al formato tradicional que comenzaba con el Lunes de pescaíto y finalizaba el domingo con los cohetes, como han opinado ya algunos antiguos concejales de festejos. El debate está abierto.