Hace año y medio toda España se movilizaba para encontrar a Gabriel Cruz. Su misteriosa desaparición y la unión de sus padres (separados entonces) llegó al corazón de los españoles que promovieron diferentes iniciativas para dar con el "pescaíto".
Solo bastaron diez días de busqueda para resolver el caso y encontrar el cadaver del niño. La principal sospechosa del resultaba encarcelada tras diversas investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Ana Julia Quezada, pareja entonces de Ángel Cruz (el padre de Gabriel), ingresaba en prisión por ser la principal implicada en el crimen con la desaprobación y la vergüenza de todo el país y de las propias reclusas de la cárcel.
"A ver que hago con este" y más episodios de celos
La personalidad de Ana Julia Quezada responde al nivel más arquetípico del psicópata. La implicada fue pillada desenterrando al niño mientras le insultaba según fuentes de la Guardia Civil.
Según Ana Gutiérrez Salegui, psicóloga forense del Instituto de Probática e Investigación Criminal, en declaraciones para El Español analiza a Quezada como una persona narcisista con ganas de protagonismo.
El niño era para ella un simple escollo en la relación con el padre a quien pretendía llevar a su país para distraerle de la atención del niño, un gran punto de fricción entre "el pescaíto", Gabriel Cruz y la acusada.
No hay que olvidar tampoco el conveniente silencio y el engaño de Ana Julia mientras se movilizaba un gran número de personas y efectivos durante la busqueda del niño donde ella se dedicó a aparecer en televisión y a sentir una falsa pena.
Y aún más, existen los antecedentes de su propia descendencia. Una niña adolescente que ha apoyado a los padres de Gabriel en todo momento renunciando a cualquier trato con su madre y otra hija que falleció tras caer de una ventana a un patio de luces, suceso que en su momento se vió como un accidente.
Destrozada en su celda
Ana Julia Quezada siempre se ha mostrado como un ser raro con una personalidad complicada. La cárcel no le ha hecho cambiar. Su frialdad frente al suceso sigue presente frente a los múltiples conflictos que mantiene con las otras presas.
De hecho, ha demostrado una personalidad superegocéntrica donde ha intentado suicidarse varias veces, a pesar de contar con presas de confianza que reciben un sueldo de 30€ diarios por evitar que atente contra su salud.
Su vida entre rejas no es fácil y según informa El Español, en la cárcel "se le tiene ganas". No se le perdona atentar contra la vida de un niño y fastidiar de por vida a unos padres con un eterno duelo.
Un juicio que va a dar que hablar
Ana Julia Quezada se sentará el próximo 9 de septiembre en el banquillo donde se celebrará el esperado juicio del crimen de Gabriel Cruz. Allí se encontrará con su ex-pareja Ángel Cruz y con Patricia Ramírez, madre del niño.
La defensa de la acusada sostiene que una discusión con el niño donde le dijo "negra fea" mientras jugaba con un hacha fue el detonante del crimen. Quezada habría intentado taparle la boca para quitarle el hacha y "sin querer" lo asfixió.
Sin embargo, las autopsias hechas por los forenses resuelven otra cosa: que fue la propia Ana Julia quien estranguló al niño, añadiendo un sadismo y crueldad al crimen situándolo a la altura de Alcasser. Los padres del niño piden la prisión permanente revisable para la dominicana.
Y hablando de Alcasser, quien ha aparecido (y desaparecido) en este caso ha sido la Asociación Clara Campoamor presidida por Blanca Estrella Ruiz. Al igual que el crimen de Miriam, Toñi y Desireé se presentaron como acusación popular, pero han sido los propios padres quienes han dicho que no, apartándoles del caso.