Óscar González Barco desapareció el pasado 29 de julio de 2018 en Barcelona sin dejar rastro, cuando tenía 38 años de edad. Se levantó esa mañana para no regresar jamás. El hombre sufre de esquizofrenia y, lógicamente, necesita tomar sus medicamentos.
A esto hay que sumar sus coqueteos con la cocaína; por lo que se teme que su estado emocional e intelectual entorpezcan su toma de decisiones y vuelta a su hogar. Además, no lleva encima documentación, medicinas ni ropa.
Sus seres queridos están determinados a no cruzarse de brazos y luchar para que se le siga buscando. Por ese motivo, el próximo domingo 1 de septiembre se ha convocado una manifestación a las 10:00 horas, cuyo recorrido será desde el Can Peixauet hasta la Plaza de la Vila. Se anima a la población a que asistan para brindar su apoyo a la causa y a los familiares de la víctima.
El objetivo de la concentración es que su caso no caiga en el olvido, al mismo tiempo que se reivindica que continúen los dispositivos de búsquedas. Cabe destacar que cuenta con el apoyo de las entidades sin ánimo de lucro dedicas a las ausencias QSD Global, AFADES e Inter-SOS.
Según el cartel difundido mide 1.70 metros de estatura, pesa 80 kilogramos y es de complexión fuerte. Tiene el pelo rubio oscuro, ojos azules y usa gafas graduadas. Cabe destacar que posee un tatuaje en el pecho con un rosario, en el brazo izquierdo otro con el nombre “Óscar” y en las muñecas “Flora” y “Alberto”.
Si le has visto o tienes información que pueda ser de interés, llama a la Guardia Civil (062), a la Policía (091) o al Servicio de Emergencias (112). Se ruega también la difusión de la noticia a través de las redes sociales.