El detenido formaba parte de una red terrorista, establecida en el barrio del Príncipe en Ceuta, que ya había sido desarticulada, parcialmente, en noviembre de 2016, tras la detención de cuatro de sus principales integrantes
Desde el 26 de junio de 2015, fecha en el que el Ministerio del Interior elevó a 4 el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA), las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han detenido a 158 terroristas yihadistas en operaciones realizadas en España y en el exterior, y a un total de 203 desde principios de 2015.
En esta nueva operación, los agentes de la Comisaría General de Información, en colaboración con la Brigada Provincial de Información de Ceuta y el Centro Nacional de Inteligencia, han detenido, en Ceuta, a un español, de 29 años, por integración en la organización terrorista DAESH, así como por constituir una pieza esencial en su aparato de captación y adoctrinamiento.
El apresado conformaba una red salafista-yihadista establecida en el barrio del Príncipe de Ceuta, dedicada a captar jóvenes vulnerables del entorno, con el fin de lograr progresivamente su radicalización.
Ataques y ejecuciones
El arrestado adoptaba una estética fundamentalista en su aspecto físico y para sus labores de captación reproducía gran cantidad de material de DAESH, donde se mostraban imágenes de ataques terroristas o la ejecución de acciones de martirio junto a su recompensa en el paraíso.
Gestionaba un perfil en las redes sociales, con claras evidencias de su adhesión a DAESH, desde el que enseñaba pautas para visionar publicaciones yihadistas sin ser detectados. Muchas de esas pautas de seguridad le eran proporcionadas por su propia mujer, quien ya había sido detenida anteriormente por sus labores de adoctrinamiento y captación terrorista, entre las que destacaban la eliminación del contenido ya visualizado.
Además, había declarado a su círculo más cercano su intención de trasladarse a zona de conflicto para combatir como “muyahidín”, manifestando que se marcharía a vivir a Marruecos o Bélgica para no despertar sospechas en caso de marcharse de forma inesperada.
Para evitar ser detectado y detenido adoptaba medidas de seguridad peculiares, entre ellas, realizar las labores de adoctrinamiento en el interior de su vehículo, por considerarlo un entorno seguro y clandestino.
Integrante de una red salafista-yihadista
La red salafista-yihadista de la que formaba parte el detenido fue parcialmente neutralizada en noviembre, tras la detención de tres hombres y una mujer encargados de radicalizar a menores, y adoctrinarles en el extremismo religioso y la entrega absoluta al DAESH que garantizara la actividad terrorista en el futuro.
De manera similar al modo de actuación de los autores de atentados terroristas sucedidos recientemente en suelo europeo, el detenido había declarado públicamente su animadversión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, e incluso había llegado a agredir a integrantes de la Policía Nacional durante una intervención en el barrio de el Príncipe, habiendo proferido en varias ocasiones amenazas directas a agentes policiales de la zona.
La operación continúa abierta.