Mientras que el magistrado de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco Núñez, planificaba la operación Lezo bajo secreto; el secretario de Estado de Seguridad y número dos del Ministerio de Interior, José Antonio Nieto Ballesteros, persona de confianza del ministro Juan Ignacio Zoido, admite que se reunió con Pablo González, hermano de Ignacio González, ambos detenidos en el transcurso de la operación y el último en prisión sin fianza.
Esta información la transmite el mismo magistrado Velasco Núñez, en un auto judicial, al que ha tenido acceso la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), que pide la actuación inmediata del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante la gravedad de los hechos que acontecen en el ministerio.
Encuentro en la 3ª fase
Se sabe “que los investigados hablaron de mantener este encuentro con el secretario de Estado de Seguridad, tras ‘avisarles’ de que eran objeto de una investigación, desarrollada por la Guardia Civil, a través de la UCO. Así, dos hechos graves: el chivatazo de que eran investigados y la reunión con el número dos de Interior, han provocado la indignación de la asociación de guardias civiles.
“El hecho de que el secretario de Estado de Seguridad, con alto grado de responsabilidad y de conocimiento de información sensible en la seguridad del Estado, se haya reunido con una persona investigada por unos gravísimos delitos de corrupción, implica unas enormes responsabilidades de las que debe responder el ministro Zoido, pues se trata de un acto oficial y una reunión formal en la sede del Ministerio del Interior, con una persona investigada, y detenida por la UCO”, señala en un artículo la AUGC.
El chivato
Y añade: “Esto supone que los investigados tuvieron conocimiento, antes de su detención, de que eran investigados y esto, como es lógico, tiene consecuencias en el resultado final del proceso. La AUGC considera que es el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quién debe actuar, pues el equipo de Zoido parece hacer aguas en un momento tan delicado y ante un caso de corrupción de proporciones descomunales”.
Cómo? Un ‘máximo’ de Interior, ministerio del que dependen los investigadores, recibe en su despacho oficial a un investigado? Para hablar de… fútbol?
Secreto de sumario
A tenor de estos hechos cabe dudar de la eficacia del secreto de las actuaciones, que decretó el magistrado Eloy Velasco, para llevar a cabo una ‘redada’, que sumó 13 detenciones y 30 registros domiciliarios y empresariales en 48 horas, denominada operación Lezo. Parece que, por más medidas legales que se adopten, siempre hay amigos, amiguitos y amigotes dispuestos a dar el chivatazo, para poner a ‘salvo’ a estos grupos de presuntos delincuentes, en este caso parece que ‘capitaneados’ por el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y sustentado con la supuesta ayuda de familiares como su hermano Pablo.
Ninguneados
Es lógico que los guardias civiles se sientan ninguneados en su labor y responsabilidad, porque parece que siempre tienen que lidiar con algún ‘topo’ afanado en reventar desde dentro el trabajo, complicado, de decenas de agentes, a los que se les procura ‘no dar medios’, para que su labor sea más ardua y lenta, y los ‘chorizotes’ tengan tiempo de limpiar el mayor número de rastros.
Sospecho que, a través de las grabaciones telefónicas que la UCO tiene de esta pandilla de apresados, pueden saber quién es el chivato que les alerta de protagonizar lo que ha sido la operación Lezo, dirigida a dirimir responsabilidades en el supuesto vaciado de las cuentas del Canal Isabel II de Madrid.