Varios vecinos alertaron a la Ertzaintza de cómo una mujer solicitaba auxilio desde el interior de su domicilio.
Rápidamente, una patrulla se trasladó al lugar y contactó con los comunicantes, que indicaron la vivienda a los ertzainas. Tras llamar repetidamente a la puerta, y varios minutos de espera, abrió la puerta un hombre en ropa interior. Ante el requerimiento de los ertzainas para entrar al interior de su domicilio, éste se negó inicialmente, pero luego permitió su acceso.
Mientras un agente custodiaba al sospechoso, otro inspeccionó las dependencias, observando que en una de las habitaciones, la puerta se encontraba cerrada y carecía de manilla. Tras franquearla, el ertzaina localizó en una esquina de la habitación a una mujer, con un menor de corta edad en brazos. La mujer, ex-pareja del hombre, presentaba una herida en la nariz y en un labio.
Según denunció la víctima, el causante de las lesiones había sido su ex-pareja , quien había irrumpido en la vivienda y la había obligado a mantener relaciones sexuales a la fuerza.
Los ertzainas procedieron al arresto del presunto agresor, de 42 años de edad, por un delito contra la libertad sexual, violencia de género y quebrantamiento de medidas cautelares, al tener pendiente una orden de alejamiento de su ex-pareja.
El detenido fue trasladado a dependencias de la Ertzaintza para realizar las correspondientes diligencias y posteriormente ser puesto a disposición judicial.