Agentes de la Policía Nacional han detenido en Barcelona a un cibercriminal ruso, responsable de una infraestructura cibernética mundial, a través de la que cometía multitud de actividades ilícitas. Su detención se produce gracias a la ardua investigación realizada en colaboración con el FBI.
El arrestado, de 36 años, ha creado durante varios años una infraestructura cibernética en forma de botnet, o red de ordenadores. Controlaba así a sus víctimas de forma remota, sin conocimiento de sus propietarios, a través de servidores de comando y control utilizados para la ejecución de actividades ilícitas.
En este caso, el detenido controlaba la conocida botnet Kelihos, formada por cientos de miles de ordenadores distribuidos internacionalmente, y no sólo sustraía todo tipo de credenciales personales de los ordenadores, sino que la usaba para distribuir spam y para infectar con software malicioso, principalmente de tipo ransomware, es decir, software malicioso que bloquea el acceso a la información contenida en el sistema mediante su cifrado, pidiendo un rescate económico para su liberación.
10 años en el ciberdelito
Se estima que el detenido ha estado realizando este tipo de actividades durante más de 10 años, obteniendo pingües beneficios económicos. Junto con su detención, los agentes han procedido a desmantelar la infraestructura informática y han liberado de manera masiva ordenadores de víctimas infectados con el malware que utilizaba.
Junto con la detención se ha procedido a realizar una entrada y registro en el citado domicilio incautándose material informático.