Son los ‘dueños’ de los nuevos dispositivos electrónicos; en fabricación y venta de este tipo de sistemas parece que no tienen límite. Y no es de extrañar, por su afición y manejo, que vayan bien cubiertos de teléfonos de última generación.
Así es que, la dificultad que representa para un chino hacer un examen en español, la solventa con aparatitos que le ‘chiven’ las respuestas, y superar la prueba. Claro que, si te pillan, como a éste, te cae la ‘del pulpo’.
Tendrá que ir a clases de español avanzadas.