Policías nacionales, en una operación conjunta con la Agencia Tributaria y el Ministerio del Interior de Bulgaria, han desarticulado en Cataluña una organización internacional de origen búlgaro, especializada en fabricar cigarrillos, distribuirlos por diferentes países de la Unión Europea y blanquear sus beneficios. La operación ha concluido con 22 arrestados en Tarragona y Barcelona: 15 ucranianos, 2 búlgaros, 3 españoles, 1 moldavo y 1 marroquí.
Durante los 2 años que ha durado la investigación, los agentes comprobaron que el líder, asentado en España, había creado una red de negocios legales. Esta persona, unida a otras de su confianza entre los que se encontraban un español y un moldavo, había tejido una red de empresas dedicadas a la construcción de viviendas, al transporte por carretera de todo tipo de mercancías y a la compra de empresas en el extranjero. Contaba con más de 200 trabajadores dedicados a la construcción de inmuebles de lujo, en España y Bulgaria, y con camioneros de empresas nacionales e internacionales. Había comprado una empresa de transporte en Malí y mantenía negociaciones con sudafricanos, por su especial interés en invertir en África.
La organización utilizaba los camiones de fruta dirigidos a Sevilla para transportar cargamentos de tabaco, con destino a la provincia andaluza. Tenían 3 naves industriales, 2 en la localidad barcelonesa de San Quirico del Vallés, que empleaban de almacenes, mientras que la tercera, en Constantí, en la provincia de Tarragona, era la fábrica ilícita de cigarrillos donde trabajaban campañas de pocos meses. Las informaciones indicaban que miembros de la organización venían desde Bulgaria para abrir fábricas de tabaco ilegal y crear una red de distribución nacional e internacional. Traían de Bulgaria el tabaco a granel y utilizaban las para el almacenaje de picadura y hacer su transformación en cigarrillos de hasta 13 marcas.
Las diligencias se cierran con 9 registros y la detención de 22 personas, el desmantelamiento de 2 centros clandestinos de cajetillas de tabaco, la incautación de material para la fabricación, además de cajetillas, tabaco ya elaborado, picado, coches de alta gama, dinero y documentación. En el registro de la fábrica clandestina trabajaban 14 ucranianos y un moldavo, al cargo de un búlgaro. En Sabadell (Barcelona), Galicia y Sevilla fueron apresados 3 camioneros distribuidores y un camión fue intervenido en Mercasevilla, con 437.500 cajetillas de tabaco de 3 marcas distintas. El tabaco intervenido está valorado en 6.586.401,65 euros, lo que supone un fraude a la Hacienda Pública de 5.140.886,50 euros, a lo que hay que sumar el valor de la maquinaria cuando se perite.