Desde que se detectó que se robaba combustible en un oleoducto de Castellón, en octubre del año pasado, la Guardia Civil comenzó a investigar el asunto. Se dio con un grupo de personas, sospechosas de los destrozos y saqueos de gasolina y gasóleo, hasta detener a 6 presuntos, de entre 36 y 53 años, en las provincias de Valencia, Cádiz y Sevilla.
Se les atribuye robar unos 200 litros de combustible, a lo largo de los dos últimos años, y se estima que han causado daños a las empresas, por valor de 7 de euros.
Riesgo
Esta práctica supone un alto riesgo para la seguridad pública, ya que para tener acceso al combustible la red perforar el tubo transportador, por lo que podía haber ocasionado una gran explosión, así como un riesgo medioambiental producido por el derrame de combustible en la zona.
Los detenidos junto con las diligencias instruidas han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Sagunto (Valencia), el cual tiene decretado el secreto de las actuaciones.