Las estafas más comunes son las compras on line, donde la víctima adquiere un producto, lo paga y no lo recibe. Los alquileres para vacaciones, que se convierten en humo en la red, son otro de los timos más frecuentes, aunque el pagador vea fotos del apartamento y del lugar.
Los agentes especializados en delitos informáticos, advierten de que siempre hay que preguntar a otros internautas sus opiniones, pedir teléfonos de referencia, comprobar los datos de todas las formas posibles, para no quedarse sin vacaciones ni dinero.
El aviso de ‘virus’ es otra forma de caer en descargarse ‘lo que dicen’, para acabar con el problema, en el ordenador o el móvil, que luego te sale ‘por un pico’, la descarga.
Siempre que se hacen compras por la red, hay que estar al tanto de la cuenta bancaria, no sea que se haga un cargo superior o varios, a través de la tarjeta que se ha facilitado.
Pulgares
Difícil es controlar los móviles de los adolescentes, pero al loro con lo que suben y máxima precaución con vídeos e imágenes íntimas. Lo ideal es no ceder a las milongas de quienes las piden, porque todos los días redactamos casos de chantaje, sobre todo a jovencit@s, que terminan muy mal.
Así es que, mejor, controla tus pulgares y no envíes nada que pueda comprometerte, ni a conocidos ni a desconocidos, que una vez ‘subido’ pierdes el control; ah! Y no se te ocurra dar datos personales, domicilio, lugar de estudio o trabajo. Ante cualquier duda, informa y pregunta siempre a los padres, mal que te caiga la bronca del siglo; y los padres, ante cualquier sospecha: policía.