Detenidos el padre y la madre, en el cuartel de la Benemérita de Moncada (Valencia), desde ayer jueves, 14, los efectivos y personal especializado han levantado los cadáveres de los dos hermanos, de 3 años y 5 meses, enterrados en lugares diferentes a unos 70 metros de distancia, uno del otro, en el patio de la vivienda que la familia ha ocupado en la localidad valenciana de Godella.
Bajo secreto de sumario, lo que ha trascendido de la investigación es que en la mañana de ayer, los vecinos escucharon una fuerte discusión entre el matrimonio y vieron que la mujer huía de la casa y se refugiaba. Tras avisar a los servicios de emergencia, varias patrullas policiales se personaron en el lugar, donde reinaba la incertidumbre.
Tras los primeros interrogatorios y sabedores de que el matrimonio tenía expediente abierto en los Servicios Sociales, por posible consumo de estupefacientes, inestabilidad familiar y episodios de violencia entre ambos, diagnosticados de problemas psicológicos; horas más tarde, fue la madre quien indicó a los guardias civiles dónde se encontraban enterrados los cuerpos de sus hijos.
Los cadáveres, en una primera inspección ocular y a la espera del informe de la autopsia, presentan distintos golpes en el cuerpo y signos de ahogamiento o asfixia no compatibles con la vida; una vida que les pudo ser arrebatada entre el martes y el miércoles pasado; todas estas hipótesis pendientes de confirmar.