Tras el narcotráfico, las informaciones llegadas de EEUU a través de la DEA, autoridades colombianas, portuguesas y Policía Nacional, han dado en el arresto en España de 8 sospechosos de estar detrás de un cargamento de 430 kilos de cocaína; alguno, vecino de las localidades gallegas de Villagarcía de Arosa y San Ciprián de Viñas, junto con cuatorianos y colombianos.
La redada fue el viernes, 18, después de que 2 días antes, el 16, llegara al puerto de Leixões (Oporto), un buque que había partido de un lugar indeterminado de la costa colombiana con mercancía de Guayaquil (Ecuador); con destino a una importadora de frutas de Orense; con frutas: sí, bananas, y lo que ha resultado ser cocaína. Ahí, está alertada Policía Nacional y la Agencia Tributaria, que hacían en simultáneo registros en Madrid y en las localidades gallegas. Donde han aprehendido 70 euros, varios vehículos de alta gama, decenas de móviles y documentación de la importación de la cocaína. En estos momentos, la operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
En abril (2018), la Policía Nacional detectó reuniones en Orense entre un mayorista de la fruta, un conocido narcotraficante de la localidad pontevedresa de Villagarcía de Arosa y el representante de una oficina colombiana asentada en Madrid y que iba a usar una vía de entrada de coca, a través de un puerto gallegos. Decidieron que la droga llegara a España oculta en una mercancía legal de bananas, a Oporto en barco y a Galicia en camiones.
Cuando llegó a la sede de una empresa situada en San Ciprián de Viñas (Orense), se detuvo a todos los implicados. En la propia nave se encontraban, además del frutero importador, su hombre de confianza y los notarios del grupo exportador, que atestiguan que la droga llegaba al destino. El dispositivo paralelo establecido en Madrid y en Villagarcía de Arosa, dio como resultado la detención de nuevos implicados.