Desde que se elevó a nivel 4 de Alerta Antiterrorista, el 26 de junio de 2015, la Guardia Civil ha potenciado todas las investigaciones de propaganda, captación y financiación, especialmente en el ciberespacio y en las conexiones entre residentes en España y grupos terroristas en el exterior.
Esta investigación, del Servicio de Información de la Guardia Civil, se remonta a principios de 2018, cuando los agentes detectaron en redes sociales algunos contenidos difundidos por el ahora detenido, en Getafe (Madrid), B. A., de 28 años y de Tánger (Marruecos), un individuo violento, que pone en práctica todo tipo de medidas de seguridad, para sus actividades radicales, como por su vinculación con la delincuencia, única fuente de ingresos que se le conoce.
Conectado a redes sociales con numerosos dispositivos, ninguno registrado a su nombre, se radicalizó durante su estancia en el Centro Penitenciario Madrid III, en Valdemoro (Madrid), ya que se ha comprobado que su paso por prisión supuso una mayor radicalización de la conducta del detenido.
Es precisamente entre presos de entornos delincuenciales no vinculados inicialmente al radicalismo, donde los reclutadores que trabajan a favor de grupos terroristas buscan posibles candidatos, para iniciar sus procesos de captación, siendo este perfil el más común entre los autores de los últimos ataques protagonizados por actores solitarios, producidos en diferentes países de nuestro entorno.
Agentes de la Guardia Civil realizan a esta hora registros en los 2 domicilios en los que ha residido el detenido en la Comunidad de Madrid. Del material y efectos incautados, sobre todo de tipo informático, se espera información relevante para esclarecer la actividad y vinculaciones de este individuo, así como otras posibles líneas de investigación.