El Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de ACoruña, ha detenido a A.C.G y J.S.S., de mediana edad, con múltiples antecedentes y vecinos de Culleredo y Arteixo respectivamente por su presunta implicación en una serie de robos con intimidación en entidades bancarias.
La investigación se inició al tener conocimiento del primero de los hechos que ahora se le imputan, cometido el 13 de julio de 2017 en una sucursal de la entidad bancaria Abanca en la localidad de Oza dos Ríos, A Coruña.
En esa ocasión, un “hombre de complexión fuerte”, tal y como fue descrito, disfrazado con una careta de látex que desfiguraba sus facciones, accedía al interior de la sucursal armado con una pistola y conseguía apropiarse de una cantidad próxima a los 10 €.
En otro atraco, en agosto de 2018, consiguieron un suculento botín de 81 euros al atracar una sucursal de Abanca en Puente Ledesma. En este atraco la banda esperó a la apettura de la cámara en donde se encontraba el dinero en metálico.
En diciembre de 2018 volvieron a dar otro golpe. Esta vez en la localidad ourensa de Vilardevós. Alli consiguieron robar 3.300 euros. En este robo utilizaron otros disfraces diferentes a los atracos anteriores. Según la Guardia Civil, el escaso botín de este último robo precipitó un nuevo asalto en el banco Santander de la localidad de Lobeira, en donde consiguieron llevarse 5.400 euros.
Los ladrones se intercambiaban los papeles lo que también aadió dificultad a la hora de reunir pistas para dar con el protagonista de los robos.
Según la Guardia Civil, la banda operaba con altas medidas de seguridad durante las 24 horas del día. Además, utilizaban hasta cuatro coches diferentes para actuar en los distintos robos cometidos. Sus actuaciones se realizaban en las cuatro provincias gallegas, hecho que también aladió dificultad a los investigadores.
En total, la Guardia Civil cree que esta banda robó más de 126 euros. Los detenidos tenían múltiples antecedentes y uno de ellos se encontraba en la actualidad disfrutando un permiso de tercer grado en el CIS de A Coruña.
Para realizar los robos, los ladrones detenidos en la operación Boludo, utilizaban armas de fuego con la que intimidaban a los empleados de las entidades bancarias. A uno de ellos lo dejaron atado con unas bridas, en una ocasión.
En la realización de los robos seguían el mismo patrón común. El asaltante a la entidad financiera era una sola persona, que desfiguraba sus facciones utilizando máscaras de látex, de forma que impedían el reconocimiento visial del atracador. Iban armados con una pistola y actuaban a la hora de la apertura de la caja de seguridad y cuando la oficina tenía poco público. De forma tranquila y sin emplear violencia convencìan a los empleados para que les entregase todo el botín disponible.
Los detenidos ya han pasado a disposición judicial en el juzgado de instrucción número 1 de Santiago de Compostela.