Por las mañanas recogía a los ancianos en sus viviendas y los llevaba en silla de ruedas hasta el centro de día, de la localidad de Autol (La Rioja). Las horas que pasaban en este lugar era las que aprovechaba para ir a las casas y robar, poco a poco, joyas, dinero y otros efectos que luego vendía en establecimientos de compro oro y de segunda mano.
Por las medallas, colgantes, crucifijos, anillos, pendientes y cadenas que puso a la venta en estos comercios, recibió cerca de 5 euros, 3 veces menos de su valor real. Parte de estas joyas han sido recuperadas y devueltas a sus legítimos propietarios.
La investigación y el arresto de esta colombiana de 48 años, es de agentes de Guardia Civil de Arnedo y de La Rioja.