El hallazgo ha sido el peor posible. El cuerpo sin vida de la profesora Laura Luelmo, de 26 años, fue encontrado ayer. Un voluntario que colaboraba en la búsqueda, organizada por la Guardia Civil en una zona acotada de El Campillo (Huelva), vio unas ropas y actuó tal y como le habían dicho los dirigentes del rastreo. Llamar inmediatamente al mando y no tocar nada.
Los vaqueros a 200 metros
En el lugar los agentes encontraron, a unos 200 metros del hallazgo de las prendas, el cadáver de una mujer joven en una zona de terraplén y matorrales. Las primeras inspecciones oculares apuntaban a que se trataba de Laura. Su cuerpo aparece desnudo de cintura para abajo y todo apunta a una muerte violenta. La mala noticia es imposible de contener y corre por el pueblo al que la joven había llegado una semana antes de desaparecer, el miércoles, 12, para incorporarse a su puesto de trabajo.
Se peina la zona
Los equipos especiales de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil llegan a la zona, para realizar una inspección ocular exhaustiva, en busca de pruebas que puedan ayudar a esclarecer este suceso. A las 18:40h y en presencia de la titular del Juzgado nº1 de Valverde del Camino (Huelva), se produce el levantamiento del cadáver y su posterior identificación.
Un caso preocupante
Las pesquisas, iniciadas tras la sospechosa ausencia de Laura arrancaron tras la denuncia de sus familiares. Desde Ese miércoles 12, nadie sabe nada de ella; no ha acudido a las aulas con sus alumnos y su teléfono está inoperativo. Los guardias civiles ven de inmediato signos de alarma y preocupación y despliegan la investigación con entrevistas a familiares, compañeros de trabajo y conocidos.
La prudencia de Laura
La prudencia de Laura ha hecho que deje pistas útiles. El novio informa a los policías de la preocupación que le había trasladado, sobre la actitud de un vecino que, desde la casa de enfrente, la vigilaba constantemente. Parece que se sentada en el porche y la observaba con cierto descaro. Este vecino, se sabe, fue condenado por agresión sexual y asesinato, lo que le pone de inmediato en el punto de mira de la investigación.
El Español, informa de que "L.M. fue condenado a 15 años de cárcel, por asesinar a puñaladas a una mujer en el pueblo onubense de Cortegana, en 2000, y luego había seguido en prisión por atacar con un cuchillo, en un aparente intento de violación, a una vecina de El Campillo, en 2008, durante un permiso penitenciario".
Falta el móvil
Mientras se busca a Laura en un perímetro cuyo epicentro es la última señal emitida por su móvil, a unos 9 kilómetros de su casa y que no ha sido encontrado todavía, los inspectores ponen su ojo en este hombre quien, además, tiene un hermano gemelo igualmente condenado por asesinato. El caso se ponía difícil y lleva a los responsables de la investigación a formar amplias patrullas de rastreo con voluntarios. Algo cambia el domingo, 15, porque los agentes informan de que desde el lunes, 16, en la búsqueda solo participarán profesionales.
Cinco días después
Cinco días después de la desaparición de Laura, el asunto se recrudece y las hipótesis apuntan a su muerte, bien por accidente, bien de manera violenta. Tristemente, al mediodía de ayer, se confirma la peor noticia.
El mismo día
Con el cuerpo de Laura en manos de los médicos forenses, será la autopsia la que revele cuándo y cómo han matado a la profesora, aunque todo apunta a que el ataque lo sufrió el mismo día de su desaparición. Ahora se analizan minuciosamente varios escenarios: la zona del hallazgo del cuerpo, la vivienda de Laura, la casa y el coche de su vecino, y otras áreas de interés.
Ataque brutal
Con todas las hipótesis sobre la mesa, toma fuerza la de que Laura fue atacada en su casa, por sorpresa y, posiblemente agredida sexualmente (extremo que confirmará la autopsia en unas horas), porque el autor le ató las manos a la espalda; posiblemente, después de la agresión, fue trasladada al lugar donde arrojaron su cuerpo.
La investigación, bajo secreto de sumario, continúa. Laura Luelmo puede ser la víctima número 48 de violencia machista de este año.