Los hechos sucedieron a partir de 1994 y hasta 2001, cuando la niña tenía 13 años, su padre la violó y agredió para lograr que accediera a mantener relaciones sexuales con él. Incluso la amenazaba para que no contara nada de lo que le hacía.
Cuando la joven tenía 17 años, su padre la echó de casa y se fue a vivir con su abuela paterna y sus tres tíos, en el Casco Viejo de Vitoria.
Durante siete años, la joven sufrió por parte de su abuela, un trato “absolutamente vejatorio”, según el fiscal.
La abuela la acosaba psicológicamente, la insultaba e increpaba. También la maltrataba físicamente con tirones de pelo, puñetazos, arañazos, patadas y pinchándole los glúteos con una aguja de coser.
Uno de sus tíos, que dormía en la misma habitación, le hacía tocamientos hasta “que se despertaba prácticamente todas las noches” debido a los abusos sexuales que padecía, asegura el Fiscal.
Otro de los tíos, aprovechaba las salidas del resto de la familia para abusar también de ella.
El tercero, la agredía e insultaba, aunque no consta que abusara de ella sexualmente.
La vista oral por estos hechos se celebrará la próxima semana en la Audiencia Provincial de Álava.
La Fiscalía, que señala que la víctima nunca recibió atención médica, pide 18 años de cárcel para el padre, 16 años para uno de los tíos, 13 años para otro y 6 años para la abuela y el tercer tío.
También exige, que ninguno de los procesados pueda acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante 10 años y que la indemnicen con 100 € por los daños morales causados, importe que se sumará a la cantidad que se determine en el juicio, una vez que se conozca el informe forense sobre los daños psíquicos causados.