Todo por la pasta. Eso pensaban estos tres investigados de 42, 48 y 52 años, que llevan, al menos desde 2015, importando toneladas de residuos peligrosos: televisores y monitores, para vender el vidrio a empresas que fabrican cerámica. Han traído a Albacete 72 millones de kilos, con la ayuda de otras dos entidades de Valencia.
Tal ‘proeza’, investigada por el Equipo de Protección de la Naturaleza (EPRONA) de la Guardia Civil de Albacete, ha generado una contaminación del suelo y subsuelo de una gravedad todavía no calculada. Ahí están las montañas de basura que han traído de Portugal, Italia, Luxemburgo, Chipre, Rumania y Grecia; y de terceros países: EEUU, Canadá y Colombia. Un almacén de basura ilegal con 37 millones de kilos, en su mayoría de elementos vitreus.