El al Juzgado nº 3 de Tortosa, la Fiscalía de Medio Ambiente de Tarragona y la Autoridad CITES de España (Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres), han llevado a cabo una de las diligencias más complejas, para desarticular a una organización internacional, con base en Tarragona, dedicada a vender angulas en territorio europeo, que supo burlar todos los controles para llevar a la especie hasta China, en un periplo que parte de suelo español.
El negocio, harto complicado, reporta importantísimos beneficios, a medida que la ‘Anguilla anguilla’ pasaba de unas manos a otras. En cada una de las paradas del largo viaje de la angula, la organización aumentaba el precio de manera notable, según la posición de cada miembro de la organización: entre 180 y 1.500 € el kg, hasta llegar a China, donde se estima que se obtenían unos beneficios superiores a los 7 € kg.
Las investigaciones de la Guardia Civil, en esta operación coordinada por EUROPOL y EUROJUST y en la que han participado Portugal, Italia, Francia, Grecia y Reino Unido, dieron con una empresa de Tarragona dedicada a las angulas, sospechosa de exportarlas ilegalmente (alevines de la especie Anguilla anguilla), a través de otros países de la UE, para evitar ser detectados. Esta entidad ya había sido investigada, en 2012, por el mismo motivo.
Con los indicios suficientes, la Guardia Civil, mantuvo una reunión en la sede de EUROPOL, en La Haya, para definir los cometidos de cada uno de los países afectados.
Un viaje muy rentable
La empresa de Tarragona compraba las angulas pescadas legal e ilegalmente, en territorio español, a las que sumaban otras adquiridas a ciudadanos franceses, portugueses e italianos, sin saber valorar la posible ilegalidad de la procedencia de dichas angulas.
Para adquirir las angulas de forma ilegal se servían de pescadores furtivos de Andalucía (Comunidad Autónoma donde la pesca de esta especie está totalmente prohibida); Valencia (donde está permitida su pesca a profesionales con declaración de capturas) y en la zona del Ebro (donde se autoriza la pesca pero con obligación de declaración de las angulas pescadas).
Una vez reunida una cantidad de entre 800 y 1 kilos, los alevines eran trasladados hasta Grecia, en un camión especialmente acondicionado para peces vivos y, desde allí, ocultos, se enviaban a Hong Kong, para ser comercializados en China.
Los viajes se hacían en varias etapas. Primero salía un camión desde las instalaciones de la empresa de Tarragona, hasta el Puerto de Barcelona, donde embarcaba en un ferry hasta Italia. Tras cruzar por carretera el país, volvía a embarcar en otro ferry, para llegar a las costas griegas y, posteriormente, las depositaban en viveros ubicados en las proximidades del aeropuerto de Atenas.
Esperaban unos días, para reducir el estrés de las angulas, tiempo en el que la organización preparaba el envío, por vía aérea, a Hong Kong, bien falseando la especie de angula, bien ocultando la verdadera naturaleza de la mercancía.
La empresa, al mantener una actividad totalmente reconocida dentro del mercado legal de las angulas, podía disimular los movimientos irregulares sobre el origen de las mismas lo que dificultaba la labor policial.
Entramado de empresas
La empresa española había orquestado una fórmula para intentar eludir sus responsabilidades penales. Se asociaron a conocidos empresarios griegos y establecieron un entramado de empresas pantalla, que utilizaban para enviar las partidas sin levantar sospechas. Los beneficios aumentaban de los 180 y 1.500 € kg según el nivel, a los 7 € kg, que se pagan en China.
Así, se llega a detener a 8 personas en Tarragona, Sevilla y Valencia, y a otras 9, en Grecia. Entre los detenidos en España, hay dos ciudadanos chinos, vinculados con el sistema de pago conocido como “HAWALA”, “CHOP” o “FEI-CH’IEN”, por el que la organización recibe de Hong Kong parte del dinero en metálico, procedente de la venta de angulas, y directamente de chinos asentados y con negocios en España, para evitar la transferencia internacional de dinero, con lo que se reduce las comisiones y elude el control fiscal y financiero.
En la operación se ha incautado cerca de 2 kilos de animales vivos, y se han practicado en España 9 registros en domicilios e instalaciones empresariales, en los que se ha intervenido medios informáticos, documentación de la actividad ilícita, vehículos de alta gama, más de 300 euros en metálico y en pequeños lingotes de oro.
A esta cantidad hay que añadir los cerca de 240 euros que fueron intervenidos en un control, cuando la red venía de reunirse con los ciudadanos chinos detenidos, encargados de la entrega de dinero en metálico por el sistema descrito.
La Anguila europea
La especie Anguilla anguilla, o Anguila europea, está incluida en el Apéndice II del Convenio CITES, que implica que, bajo determinados requisitos puede ser comercializada con los correspondientes permisos. Dado que en la Unión Europea se consideró que con su inclusión en ese Apéndice no quedaba suficientemente protegida, se estableció un “Cupo Cero” para comercio internacional, si bien no impide el comercio interior en territorio europeo, al no poder aplicarse CITES por no existir fronteras internas.
En cualquier caso, las ventas en el interior de Europa son de mínima entidad y parece que no llegarían a afectar la supervivencia de la especie. Sin embargo, el destino final fuera de nuestras fronteras puede conllevar la desaparición de la Anguila europea.