Nada se sabe de César Román Viruete, empresario de hostelería de 45 años, que está desaparecido desde el 30 de julio, día en la que su móvil dejó de estar operativo hasta hace unos días, que volvió a registrar actividad. En esa línea están los investigadores que, hasta ahora, han descubierto una personalidad, cuanto menos, controvertida.
Nada de nada
Cuentan las crónicas que, en realidad, no se sabe con exactitud ni el lugar de nacimiento. Se debate entre lo que él decía: en Gernika (Bizkaia) o Madrid, donde parece que ha desarrollado algunos estudios y sus negocios. Sobre su currículo lectivo surgen tantas dudas como posibles mentiras. Estudió 1º de la ESO a los 22 años, en un IES madrileño, del que fue expulsado por sus actividades rebeldes, revolucionarias y conflictivas.
Deudas
Sobre sus másteres y diplomas, parece que son todos falsos; pero su trayectoria laboral le aboca a un continuo entrar y salir de entidades que bajo su responsabilidad terminaron con problemas de deudas. Deudas que le persiguen hoy a través de un rastro de acreedores deseosos de dar con su paradero para recuperar algo del dinero perdido.
Restaurantes
Lo cierto es que este hombre bajito ha llamado la atención allí donde ha estado. Su última andadura, crear una cadena de restaurantes (5 en Madrid) dedicados a comercializar una de las estrellas de la gastronomía asturiana: el cachopo, una auténtica delicia en su origen natal, a bases de dos bistés de ternera rellenos de jamón, queso, cecina, marisco… que se rebozan. Con esta genial idea llegó a una facturación de unos 6 euros al día, que parece ser no iban a pagar a empleados y proveedores; pero que le hizo autoproclamarse Rey del Cachopo.
Seductor
El desaparecido César lograba encandilar a los bancos, para que le dieran créditos, amparado en proyectos que prometían el oro y el moro. Así las cosas, es posible que reuniera parte del capital prestado y cobrado en las cajas de sus restaurante, y contara con un colchoncito que le facilitara la huida de quienes reclaman lo suyo. También es posible, y esta sombra planea sobre sus familiares, que haya sido víctima de un ajuste de cuentas.
De novela
Si la vida de Viruete tiene sólidos mimbres para una novela de intriga al estilo nacional (le han echado de los 4 partidos en los que se ha metido, entre otras anécdotas), su desaparición destapó un crimen aún sin resolver. Ausente desde el 30 de julio, el 13 de agosto, los vecinos del barrio de Usera (Madrid), avisan a emergencias de un incendio en una nave.
Un cadáver
Sofocadas las llamas, los Bomberos de Madrid hallan una maleta, donde se ha originado el fuego de manera intencionada, y en su interior el torso calcinado de una mujer latina. Los restos mortales carecen de la cabeza, brazos y piernas, y por el momento no ha trascendido la identidad de la fallecida. Ahondando en la investigación, los agentes descubren que la nave en cuestión ha sido alquilada por César, con la intención de abrir un nuevo negocio. Pero César, no está.
Investigación
Las hipótesis van en aumento. ¿Se ha ido voluntariamente?, ¿ha sido presa de una represalia? Con la orden internacional de búsqueda y localización, los movimientos bancarios y telefónicos controlados, los análisis del torso encontrado, el seguimiento de sus dineros y con la posibilidad de que en algún momento se ponga en contacto con su hija, los policías trabajan para resolver este caso.