Este chaval, de 31 años, ha encontrado el modo de vivir a base de dar palos a ciudadanos que buscan un piso en alquiler. El último engaño, cobrarle a una mujer 700 euros por fianza y un mes de renta, de un piso que anunciaba en una web de alquileres de casas, pero que no era suyo, como no lo eran las otras decenas de ellos con las que ha sacado unos buenos beneficios.
Estaba en búsqueda y captura por la comisión de un hecho similar, tipo de delito por el que ya ha sido detenido 30 veces. Parecen pocas para ir a la cárcel; así es que, esta 31 ocasión le brinda una nueva oportunidad de pasar por los calabozos de Elche (Alicante), comparecer ante el juez y volver a anunciar en Internet el alquiler de otro inmueble ajeno.
Le han pillado por esta última víctima, que se sepa, quien denunció la estafa de los 700 euros y fingió, ya con los policías en dispositivo de vigilancia, que quería pagarle otro mes, para que le entregara las llaves de una vez por todas. Ahí fue cazado por los agentes de paisano y por su avaricia. Nunca es suficiente, cuando se vive de lo de los otros.