Eran las 18:30h del 7 de diciembre de 2017, cuando se dio la voz de alarma. Iván, C.V., de 31 años, había sido abatido de 3 tiros, uno en el tórax y dos en la cabeza, en el nº 8 de la calle Ingeniero Fernández Casariego, de La Felguera, en Langreo (Asturias). Al lugar, alertados, acudieron efectivos de la Policía Nacional, quienes confirmaron la muerte del hombre y comenzaron una investigación.
Iván C.V, yacía en el suelo, al lado de su coche, vestido de chándal y zapatillas deportivas, y con el teléfono móvil en la mano. Todo apuntaba a que había sido una emboscada en la que, quizás, Iván llego a identificar al autor de los disparos que acabaron con su vida. Horas más tarde, su hermano fue a la cochera para interesarse por los hechos y quedó desolado, al saber que habían matado y, minutos después, apareció allí su compañera sentimental, que pareció quedar sorprendida por la muerte de su novio.
En paralelo, los agentes buscaban en cada rincón el arma del crimen, recababan pruebas y comenzaban unas diligencias que han concluido ahora, con la detención de esa mujer, la pareja del finado y el hombre con el que, inmediatamente después de fallecer Iván, comenzó a convivir. Los indicios y esta peculiar manera de pasar el duelo de ella, avocaron a los policías a cerrar el círculo de sospechosos sobre la nueva pareja.
Las últimas gestiones policiales han desbaratado las coartadas de los sospechosos quienes, una vez detenidos, han sido conducidos ante el juez, y enviados a la cárcel de Asturias.