Agentes de la Policía Nacional han detenido a seis grafiteros en Burgos y a uno más en Bilbao por 106 delitos de daños en trenes. El valor total de los daños asciende a 551.218 euros y la superficie afectada es de 4.021 metros cuadrados. Los arrestados pertenecían a un grupo de grafiteros que actuaba en Burgos, Vizcaya, Guipúzcoa, Cartagena, Madrid y Valencia. Realizaban un estudio previo de sus objetivos durante varios días para comprobar si había presencia de vigilantes o cámaras de seguridad y confeccionaban planos y una estrategia para la pintada o “misión”. Actuaban de noche y en lugares fuera del alcance de las cámaras de video-vigilancia ocultando su rostro con gorros, bufandas o verduguillos tipo militar para no ser reconocidos y grababan sus acciones para difundirlas en Internet.
La operación comenzó en octubre, de 2015, cuando se comprobó que se dedicaban a pintar trenes parados en estaciones, finales de vía o cocheras de las localidades de Orduña, Zumárraga, Cartagena, Madrid y Valencia o en talleres en la estación de Miranda de Ebro.