La investigación comenzó al detectar un aumento de denuncias por robos, en viviendas unifamiliares de la zona noroeste de la Comunidad de Madrid. Las primeras pesquisas desvelaron que se trataba de un grupo especializado que se había venido, ex profeso, a España para realizar una campaña de robos en verano.
Los detenidos se habían especializado en el método conocido como silencioso o murciglero, que consiste en entrar por ventanas abiertas o utilizando el resbalón. La célula está integrada por 3 individuos albaneses, de entre 24 y 27 años, que se trasladaban en coches robados, saltaban las vallas de los chalets y, en el interior de la cogían joyas, cámaras fotográficas, de vídeo, televisores, y el dinero y documentación de las víctimas.
Hasta el momento se les imputan más de 50 robos en: Torrelodones, Galapagar, Las Rozas, Majadahonda, Guadarrama, El Escorial, Boadilla del Monte, Villaviciosa de Odón, Algete y San Agustín de Guadalix.