El sevillano Sergio Oliva se encuentra detenido desde el pasado sábado en un hospital de Alemania por presuntamente matar a sus dos hijos, de 5 y 4 años. El presunto parricida se encuentra bajo custodia de la policía alemana en el área de salud mental, puesto que después del crimen habría intentado autolesionarse.
Su ex mujer, Yulia Lantukh y de nacionalidad rusa, también se encuentra en el mismo hospital debido al shock emocional que recibió, ya que fue ella quien encontró los cadáveres de sus hijos antes de que su marido tuviera, presuntamente, la intención de descuartizarlos, tal y como indico a su ya ex mujer en diferentes ocasiones, con el fin de parecerse al caso de José Bretón.
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El doble crimen tuvo lugar el pasado sábado, 18 de febrero, en el domicilio en el que vivia el sevillano de 38 años, en la localidad de Aurich, en Alemania. El juez le había permitido estar con sus hijos los fines de semanas, hecho que hizo que su pareja tuviera que desplazarse desde Rusia hasta Alemania para poder mejorar la relación entre ambos.
Los hechos que han trascendido cuentan que el arma utilizada para el asesinato de los pequeños ha sido una piedra y un arma cortante, con la que habría podido golpear y acuchillar a los menores.
La madre, ante las sospechas que tenía desde que el viernes su marido se llevara a ambos menores de la guardería sin previo aviso, se presentó el sábado en el inmueble y encontró, según ha declarado a la policía alemana, a su ex pareja al lado de un charco de sangre, el cual pertenecía al hijo mayor que se encontraba a pocos pasos de distancia.
Su relación, desde hace varios meses, cuando ella le pidió el divorcio, “ha tenido muchos momentos de tensión“, según han declarado amigos cercanos a la pareja. A pesar de los numerosos problemas de la pareja, un juez decretó que los niños tenían que pasar más tiempo con su padre, por eso, él se los llevó a Alemania y le aseguró a su ya ex mujer que si no volvía con él, “haría como bretón”.