Fue condenado en 2010 a 17 años de prisión, por varios delitos de abusos sexual a 2 de sus 3 hijos, cuando tenían 8 y 9 años. Al conocer la sentencia huyó y ha podido esconderse en distintas localidades, hasta ser encontrado en Estepona (Málaga), amparado por sus seres cercanos.
Familiares y allegados parece que le han ayudado, incluso haciéndole llegar la pensión de jubilación. Él, por su parte, se quemó las yemas de los dedos para no ser identificado y ha vivido bajo la identidad de su hermano. Ahora, 8 años más tarde, le han encontrado agentes de la Policía Nacional y entrará en la cárcel.