La lacra de la violencia de género deja en las primeras siete semanas de 2017 un reguero de sangre y dolor no visto hasta ahora. Las mujeres, en dos de los casos, con denuncias y órdenes de alejamiento no están seguras. Algo falla en la cadena de protección a las personas susceptibles de morir en manos de sus ex parejas; y ese fallo les cuesta la vida.
En las últimas 24 horas, cuatro casos aumentan la tragedia de las mujeres acosadas, agredidas, vejadas y, finalmente, muertas. Todos los casos son investigados, para corroborar los hechos, aunque ya hay detenidos.
Dos de las mujeres muertas han encontrado su fatal desenlace en la Comunidad Valenciana. Concretamente, en Valencia, una mujer colombiana ha muerto al caer desde un cuarto piso, por el hueco de las escaleras. Su compañero sentimental ha sido detenido horas después, aunque él ha negado los hechos.
Parece ser que la mujer sufría maltrato por parte del apresado, del que trataba de alejarse y rehacer su vida, tristemente, sin lograrlo.
En Gandía, una agente de la Guardia Civil, de 49 años, ha sido hallada muerta en el ático que había alquilado, parece ser que tras separarse de su pareja. El cuerpo estaba en la bañera y tenía una bolsa alrededor de la cabeza. La policía ha detenido en Móstoles a su presunto agresor, que tenía una orden de alejamiento. El arrestado permanece en calabozos a la espera de que se conozca el resultado de la autopsia.
Otra víctima, ésta en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona). Una mujer ha sido asesinada en plena calle por su ex marido, al que había denunciado en varias ocasiones. El cuarto caso es el de una anciana de 91 años, presuntamente asesinada por su marido de la misma edad.