Bien podría sonar la canción de Mari Trini: Yo no soy ésa, en versión masculina. La picaresca nacional, tan antigua como sin límites, pone a prueba la paciencia y la profesionalidad de los agentes del orden, o de lo que queda de lo que antaño se entendía por orden.
Esta vez ha sido la Policía Nacional de Palma de Mallorca, la que ha tenido que escuchar eso de: “Yo no soy ése, el ladrón es otro”, al detener a un prófugo de la justicia; hombre, de 48 años, buscado por robo con violencia e intimidación.
El fugado ha viajado por Madrid, Menorca y, finalmente, Mallorca, donde ya ha entrado en prisión, a cumplir por el delito por el que había condenado.
El individuo ha usado la identidad de su hermano, para confundir y eludir a la policía. No sabemos qué piensa su hermano, pero sí qué dicen las leyes. Ahora suma el delito de usurpación de estado civil.