Los hechos han ocurrido en Mataró, Barcelona. La policía local ha multado con 200 euros a una vecina por desobediencia, ya que iba caminando con un cochecito de bebé por la carretera, pese a las reiteradas advertencias por parte de los agentes para que se subiera a la acera.
La zona del colegio Joan Corominas, donde se ha producido el incidente, tiene tramos como el de la calle Sant Ramon que son excesivamente estrechos y la madre, al ir con el cochecito y con otro hijo de la mano, se bajó de la acera porque no tenía suficiente espacio para continuar. Los agentes le ordenaron que volviese a subir ya que era peligroso.
La comunidad de la escuela Joan Corominas elaboró un informe el mes pasado denunciando problemas en los accesos al edificio, como “una acera muy estrecha en la calle Sant Ramon, donde se ha detectado un alto riesgo de accidentes”. La mujer a la que se le puso la denuncia afirma que recurrirá la sanción ya que considera que no tenía otra opción que bajar de la acera.