Los 10 de la banda de Atila ya han pasado a disposición judicial, acusado de 90 delitos. Los 7 hombres y 3 mujeres de entre 22 y 67 años, han actuado en la Comunidad Valenciana, al menos, desde julio de 2017, hasta que el 4 de este mes, los guardias civiles de Chiva les han echado el guante.
Buscadores
La pirámide vandálica dividía sus fechorías en los buscadores de casas residenciales vacías, a las que accedían en las urbanizaciones valencianas de Camp del Turia, Hoya de Buñol-Chiva y Ribera Alta. Ocupaban las viviendas durante 3 o 4 meses y, desde ellas, a la vez que oteaban otras a las que acceder, planeaban los robos en inmuebles.
Usurpadores
Ya de ocupas, metían a perros adiestrados en defensa y campaban al acecho de objetivos que poder desvalijar. De lo robado, se ha podido recuperar más de 150 efectos: teléfonos móviles, tablets, televisores, ordenadores portátiles, una lavadora, play station, pequeños electrodomésticos, aparatos tecnológicos de música, estética, aparatos electrónicos de música… Todos ellos expuestos en el Cuartel de la Guardia Civil de Chiva.
Salteadores
Éstos son los que identifican las casas, chalés y viviendas aisladas que asaltar, una vez conocían los hábitos de sus dueños y moradores. De su interior se llevaban todo, hasta dejarlo arrasado.
Vendedores
La mercancía pasaba a manos de los vendedores, quienes la colocaban en el mercado ilegal de cualquier forma posible; de lo que no podían deshacerse, lo almacenaban y es lo que se ha recuperado.
Atila
La banda, que ha cambiado de vivienda ocupada en varias ocasiones, cuando decidía mudarse asolaba el inmueble, en el que habían permanecido con la luz engancha, al punto de destrozar paredes, cocinas, baños, levantar el saneamiento y la electricidad, hasta dejarlo no reconocible por sus dueños.
Y así, han sumado 90 hechos delictivos, por un valor difícil de calcular entre lo robado y lo destrozado.